La Organización Mundial de la Salud ha confirmado que todas las vacunas son eficaces contra las variantes

  • Hay numerosas variantes del virus, pero preocupan cuatro: Alfa (Reino Unido), Beta (Sudáfrica), Gamma (Brasil) y Delta (India)
  • La variante Alfa representa más del 80 % de los casos en diez comunidades y en Melilla

Andaluznews/Agencias

La expansión de cuatro variantes del coronavirus ha hecho saltar nuevamente las alarmas en la comunidad internacional ante el temor de que puedan complicar la gestión de la pandemia, que ya ha dejado más de 3,8 millones de fallecidos y más de 178,5 millones personas infectadas.

Se trata de las variantes del SARS-CoV-2 Alfa, Beta, Gamma y Delta, detectadas originariamente en Reino Unido,Sudáfrica, Brasil India, respectivamente. Se caracterizan por una mayor facilidad para transmitirse con respecto a la de Wuhan, según los estudios realizados hasta la fecha. De hecho, se están expandiendo por todo el mundo con celeridad: Alfa ya ha sido reportada en más de 164 países, Beta está presente en más de 115 territorios, Gamma se extiende en 68 estados y Delta, en 80.

En España, la variante Alfa, con origen en Reino Unido, supone el 80 % de los casos en diez comunidades autónomas y en Melilla, según el último informe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES). No obstante, algunos Gobiernos autonómicos han advertido que está siendo paulatinamente desplazada por Delta.

Mientras tanto, el porcentaje de casos compatibles con las variantes Beta y Gamma, estimados por PCR, aumenta ligeramente esta semana y se encuentra en un rango entre 0 % y 14 % entre las comunidades autónomas. Según las estimaciones probables del Ministerio de Sanidad, la presencia de las variantes Beta y Gamma destaca en Comunidad Valenciana (27 %) y Madrid (13 %), aunque el muestreo valenciano de esta semana no ha sido aleatorio, sino centrado en el estudio de varios brotes recientes con sospecha de estas variantes.

En nuestro país, también se han confirmado los primeros casos de las variantes de Kappa (otro sublinaje de la antes conocida como variante india), Iota (Nueva York), Zeta (Río de Janeiro), Eta (Nigeria), Épsilon (California), Colombia e Inglaterra.

¿Son más peligrosas? ¿Servirán las vacunas?

Tanto la Organización Mundial de la Salud como el Ministerio de Sanidad ya reconocen en sus informes un «posible» aumento del riesgo de hospitalización y muerte para las variantes Alfa (Reino Unido) y Beta (Sudáfrica), aunque la brasileña (Gamma) continúa en investigación y, por el momento, no se relaciona con una mayor severidad.

También preocupa si las vacunas desarrolladas podrán servir para acabar con ellas, como con la de Wuhan. La Organización Mundial de la Salud ha confirmado que todas las vacunas aprobadas disponibles son eficaces contra las variantes detectadas hasta el momento. No obstante, también es cierto que su eficacia podría verse reducida «ligeramente» para la variante Alfa, según documentos del mismo organismo internacional y el Ministerio de Sanidad. Las variantes Beta y Gamma es «probable» que puedan escapar de la respuesta inmune provocada por haber pasado la enfermedad o haber sido vacunado, por lo que la comunidad científica y farmacéuticas continúan alerta por si fuera necesario ir mejorando o ajustando los antídotos desarrollados.

Por su parte, el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés) considera que el riesgo asociado a las nuevas variantes es «muy alto» en los estados de la Unión Europea, especialmente para la población vulnerable. Por ello, insta a los Gobiernos a mantener las medidas «inmediatas, fuertes y decididas» para reducir la incidencia del coronavirus «a los niveles más bajos posibles».

Con la intención de no bajar la guardia, la Comisión Europea ha exigido a los estados miembros a que extraigan el genoma del 5% de los casos detectados semanalmente para localizar nuevas posibles variantes y actuar con rapidez ante las que sean consideras más peligrosas.

¿Variante, linaje o cepa?: en qué se diferencian

La pandemia de la COVID-19 ha dejado un gran número de palabras nuevas en nuestro vocabulario, siendo mutación, variante, linaje o cepa, algunas de las que más se han mencionado en las últimas semanas. Aunque, en ocasiones, se estén usando indistintamente no significan lo mismo.

Cuando se habla de mutaciones, se refiere a los cambios que se producen a nivel genético de los virus, originadas cuando se replican tanto dentro de un paciente como cuando pasan a otro. «El virus está mutando constantemente, incluso desde el momento que se encuentra dentro de un individuo», explica a RTVE.es el profesor y director del grupo de Neurovirología de la Universidad Autónoma de Madrid, José Antonio López.

Las variantes, en cambio, hacen referencia a la agrupación de dichas mutaciones y estas, a su vez, se clasifican en linajes o ramas. Hasta ahora se han localizado miles de variantes desde el comienzo aunque, por lo general, se espera que la mayoría no tenga ningún impacto. A veces algunas desarrollan alguna ventaja de manera aleatoria, que las hace superar a las demás. Este es el caso de las variantes Alfa, Beta y Gamma.

Dicha característica está relacionada con la mutación N501Y, que modifica la proteína S del virus, lo que le facilita su capacidad de infectar células. En el caso de las variantes Beta y Gamma también presentan la mutación E484K, es decir, una combinación que les permite escapar a la neutralización de algunos anticuerpos monoclonales y policlonales, aunque aún se está investigando.

El concepto de cepa, por su parte, según explica López, son diferentes cúmulos de variantes que se consolidan y «ofrecen una característica biológica diferente» al virus. No obstante, aún no se ha detectado cepas que deriven del SARS-CoV-2.

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