Irán responde a EE.UU. por el aseinato de Soleimani con un ataque con misiles contra dos de sus bases en Irak

  

Agencias

Irán ha cumplido su amenaza de vengarse por el asesinato, a manos de Estados Unidos, del general Qasem Soleimani. Más de una docena de misiles balísticos iraníes han impactado durante la madrugada de este miércoles contra dos bases militares en Irak en las que están destacados soldados estadounidenses.

Se trata de las bases de Ain al Asad, situada en la zona de Al Bagdadi, al oeste de la capital de la provincia de Ramadi, y de Erbil, capital de la Región Autónoma del Kurdistán. Se calcula que en estas bases hay en total entre 5.000 y 6.000 soldados estadounidenses, según distintas estimaciones, además de destacamentos de otros países. Las bases estaban en máxima alerta desde el viernes, cuando Soleimani murió en un bombardeo norteamericano.

La Guardia Revolucionaria iraní ha asegurado que 80 «terroristas americanos» han muerto en los ataques y que ninguno de los 15 misiles habían sido interceptados.

Sin embargo, Estados Unidos no tiene constancia hasta el momento de daños significativos en ambos campamentos, ni de que se hayan producido bajas. El presidente de EE.UU., Donald Trump, se ha reunido con su equipo de Seguridad Nacional y con el Secretario de Estado, Mike Pompeo. En Twitter, Trump ha afirmado que «todo está bien» y ha anunciado una comparecencia durante la mañana del miércoles.

En Erbil hay también soldados alemanes, australianos, neozelandeses y daneses. Los respectivos gobiernos aseguran que se encuentran bien.

Tras los ataques, la Administración Federal de Aviación estadounidense (FAA) ha prohibido a los operadores de aviación civil y comercial estadounidenses que operen «en el espacio aéreo de Irak, Irán, el Golfo de Omán, y entre las aguas de Irán y Arabia Saudí».

Irán amenaza con más ataques si EE.UU. responde

Un portavoz del líder supremo iraní, el ayatolá Ali Jamenei, ha insinuado que este ataque es solo la respuesta «más débil» entre todas las barajadas por Irán tras el asesinato de Soleimani. 

La Guardia Revolucionaria iraní ha amenazado con poner en marcha una «fase dos», con un centenar de objetivos potenciales, si EE.UU. responde de alguna manera al bombardeo sobre sus bases. «Los estadounidenses saben ahora que Irán puede atacar sus bases (…) Sus bases serán atacadas si Estados Unidos responde a los ataques con misiles de Irán en Irak», ha explicado uno de sus portavoces.

Mohammad Yavad Zarif, ministro de Asuntos Exteriores, al que hace unos días Estados Unidos denegó el visado para asistir al Consejo General de la ONU, ha asegurado en Twitter que Irán solo ha hecho uso de su derecho a la legítima defensa bajo el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas y que no quiere una escalada. «No queremos una escalada ni la guerra, pero nos defenderemos frente a cualquier agresión«, ha añadido.

Llamamientos a la moderación y temor por el petróleo

El ministro británico de Exteriores, Dominic Raab, ha condenado los ataques y ha pedido a Irán una «desescalada». «Nadie quiere una guerra en Oriente Medio que solo beneficiaría al Estado Islámico», ha advertido.

Por su parte, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, ha cancelado su visita a Oriente Medio programada para este fin de semana, según han informado medios locales. Abe tenía programado desplazarse desde el sábado a Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Omán.

El precio del petróleo se ha disparado más de un 4,5% en el mercado asiático, debido a los temores por la producción y las existencias. El ministro de Energía e Industria de Emiratos Árabes Unidos, Suhail Al Mazroui espera «no ver una guerra» y no cree que Estados Unidos quiera ser una fuerza tan agresiva en Oriente Medio. A pesar de ello, ha dicho que si fuera necesario la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) responderá ante la escasez del crudo, «pero tenemos limitaciones también».

 

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