
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP), rechazó hoy el veto de EE.UU. a la resolución presentada en el Consejo de Seguridad de la ONU que pedía considerar protección internacional para los palestinos tras los muertos en las protestas de Gaza, y lo consideró «inmoral».
«Con su veto, los EE.UU. están intentando una vez más justificar la ilegalidad y crueldad del Ejército de la ocupación de Israel», y dar al país «la cobertura legal y política para dedicarse a su asalto sobre el pueblo palestino y la ley internacional y humanitaria», dijo anoche la veterana miembro de la OLP, Hanan Ashrawi en un comunicado.
La integrante del Comité Ejecutivo de la organización calificó esta política estadounidense de «inmoral» y «otro golpe a la credibilidad e integridad de la comunidad internacional representada por la ONU».
El texto planteado por Kuwait, que también condenaba la respuesta israelí a las protestas de Gaza, recibió diez votos a favor, cuatro abstenciones y un único voto en contra, el de EE.UU., que como miembro permanente del Consejo de Seguridad tiene derecho de veto.
EE.UU. también se quedó solo en el planteamiento de una contrapropuesta de resolución contra el movimiento islamista Hamás, que no logró recabar el apoyo de ninguno de los otros catorce miembros del Consejo de Seguridad.
«Al posponer el voto y presentar su propia resolución ‘alternativa’ que es una falsedad total y una distorsión de la realidad, los EE.UU. y su embajadora Nikki Haley han vuelto a demostrar su lealtad ciega a Israel y tratado de absolverle de cualquier delito a pesar de sus violaciones atroces, masacres deliberadas y crímenes voluntarios y de guerra», acusó Ashrawi.
El pasado 30 de marzo, facciones políticas y sociales palestinas iniciaron la protesta de la Gran Marcha del Retorno, que pide a los residentes que se acerquen a la frontera con Israel para reclamar el derecho al retorno de los refugiados y el fin del bloqueo.
Israel, que al igual que EE.UU. y la Unión Europea considera a Hamás una organización terrorista, acusa al movimiento islamista que controla de facto Gaza de usar las movilizaciones para tratar de dañar la valla divisoria con su territorio, infiltrarse y cometer ataques.
En los dos meses de campaña, 123 palestinos han muerto por fuego israelí, 119 de ellos civiles, en las protestas o incidentes violentos junto a la verja, y miles han resultado heridos.