Carles Puigdemont propuso que comience una mediación internacional. «Hay una necesidad imperiosa de desescalar la tensión y no contribuir a incrementarla»
El presidente de la Generalidad de Cataluña, Carles Puigdemont, se presentó ante el parlamento regional por primera vez desde el referendo ileagal del 1 de octubre, que su gobierno consideró un triunfo de los independentistas a pesar de la baja participación.
En su dicurso aseguró que Cataluña «se ha constituido en un estado independiente en forma de república» pero que busca un proceso de diálogo en el que Europa esté involucrada.
«Hemos logrado lo que nos propusimos al principio de la legislatura, asumo el mandato del pueblo de que Cataluña se convierta un Estado independiente en forma de república». Con estas palabras, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, declaraba este martes ante el pleno del Parlament la independencia de Cataluña para segundos después proponer al Parlamento que suspendiera una semanas los efectos de la declaración para comenzar un diálogo.
El presidente de la Generalitat ha dirigido a los ciudadanos españoles un mensaje de «serenidad, respeto y voluntad de diálogo y acuerdo», y ha afirmado que los independentistas no son «locos, abducidos, delincuentes ni golpistas», ni tienen «nada contra España».
En su comparecencia en el Parlament, Puigdemont ha dedicado una parte de su discurso en castellano para dirigirse a los españoles que «siguen con preocupación» los acontecimientos. «No somos unos delincuentes, no somos locos, no somos golpistas, no somos abducidos. Somos gente normal que pide poder votar. Y que ha estado dispuesta a todo el dialogo necesario para realizarlo de manera acordada. No tenemos nada contra España o los españoles, al contrario, nos queremos reentender mejor, porque la relación no funciona. La Constitución es un marco democrático, pero hay democracia más allá de la Constitución», ha señalado.