EE UU ya tiene nuevo presidente
- Filadelfia da al político demócrata el empujón final y lo convierte en presidente de EE UU mientras Trump jugaba al golf
- Joe Biden se convirtió ayer en el 46 presidente de los Estados Unidos.
Andaluznews/Agencias
Ni la inmediatez de las redes sociales pudo superar la ansiedad de la calle. Ayer no hizo falta estar delante de un televisor para saber que la espera se había acabado. Toda Filadelfia irrumpió al unísono a las 11:25 horas, cuando aún dormían los que tocaron tambores hasta la madrugada en el Centro de Convenciones para asegurarse de que seguían contando votos. La era Trump terminaba allí donde el país comenzó, donde Rocky subió con furia las escalinatas del Independece Hall para volver al cuadrilátero y dar la pelea de su vida.
Con los últimos miles de votos de Filadelfia, el demócrata Joe Biden, de 77 años, se convertía en el 46 presidente de EE UU y se enfrenta a la difícil misión de reparar la profunda fractura social y política que ha dejado el magnate inmobiliario, un populista amante de las teorías de la conspiración y las ‘fake news’ que ha empoderado a los supremacistas blancos y ha alentado un resurgimiento global del fascismo. Su primera medida será crear un panel de científicos que dirija las políticas para controlar el coronavirus. No podrán devolverle la vida los casi 240.000 estadounidenses que han muerto durante la pandemia, pero sí frenar los más de 120.000 contagios diarios que han infectado a casi diez millones de estadounidenses.
La algarabía de claxones y cacerolas en los balcones puso la banda sonara al nuevo grito americano al que se sumó medio mundo. «¡Hurra!», aullaba Abdul, un taxista africano que llevaba cuatro días aguantando en la guantera una papeleta de Biden/Harris para colgarla en el parabrisas. «¡Mira, mira!», la enseñaba con orgullo levantando el puño, como si su equipo hubiera ganado el mundial. «América necesitaba un nuevo presidente, el mundo necesitaba un nuevo presidente en EE UU», corregía. «¿Te imaginas lo que hubiera pasado con cuatro años más de Trump?».
Nadie quería ni imaginárselo. El mandatario jugaba al golf en ese momento. Quién no hubiera querido verle la cara.
Durante cuatro días el país había contenido el aliento pendiente de cada voto y, de pronto, toda esa tensión estalló en un tsunami de entusiasmo y alborozo que arrolló al equipo del miedo. A esa misma hora el abogado del presidente Rudy Giuliani, su exjefe de campaña Cori Lewandoski y la exfiscal de Florida Pam Bondi se preparaban para dar una conferencia de prensa en la que explicar la estrategia legal con la que defender la supuesta victoria del presidente, pero de pronto el showman de la Casa Blanca se quedó sin audiencia. Y una vez que se apagaron las cámaras, se apagó su presidencia.