La población palestina refugiada se enfrenta a nuevos retos y desafíos ante el abandono y la indiferencia de la comunidad internacional.
El pueblo palestino sigue escribiendo sus memorias y en todas ellas aparece la palabra Nakba, que significa catástrofe en árabe. El comienzo de la Nakba se sitúa en 1948, cuando grupos paramilitares sionistas, apoyados por varios países occidentales, expulsaron violentamente al pueblo palestino, produciendo masacres y borrando del mapa pueblos enteros. Esto siguió ocurriendo tras ser declarado el Estado de Israel, el 14 de mayo de 1948. Ilan Pappé, el historiador que desertó de Israel, lo llamó “limpieza étnica”. 70 años después, siguen pendientes de las últimas declaraciones de los líderes de la comunidad internacional porque, parafraseando en esta ocasión a Abu Sitta, escritor palestino de Bir Assaba’a (Beersheba), “nadie cuestionó nunca la idea de volver a casa”. Quizás porque la condición establecida en la Resolución 273 –con la que la ONU admitió la membresía del Estado de Israel– es la ejecución de la Resolución 194, que establece el derecho al retorno de las personas refugiadas de Palestina, y que, al ser del Consejo de Seguridad de la ONU, es jurídicamente vinculante.
La doble ‘Nakba’ palestina: baño de sangre 70 años después del Día de la Catástrofe
El Ejército israelí mata a más de cincuenta palestinos durante las protestas contra el traslado de la embajada estadounidense a Jerusalén y en la antesala de la jornada que recuerda sus expulsión de la región.
la misma hora que en Jerusalén se celebraba el traslado de la embajada de Estados Unidos, el Ejército de Israel abría fuego contra manifestantes desarmados en la Franja de Gaza matando a más de medio centenar de palestinos. Una cifra que según el Ministerio de Salud Palestino podría seguir aumentando debido a los a los más de 2.000 heridos.
Es la jornada más sangrienta desde el 30 de marzo, en la que murieron 17 personas y que dio inicio a una oleada de protestas de la población gazatí, exigiendo el derecho al retorno a las tierras de las que fueron expulsados. En esta ocasión, según datos del Ejército israelí, han participado más de 35,000 personas.
Las protestas por la apertura de la embajada de EEUU en Jerusalén registra medio centenar de muertos
El foco de atención no solo se centra en el traslado de la embajada estadounidense. Estas movilizaciones responden a un llamamiento a todos los palestinos desde diversas organizaciones y partidos políticos y se producen en el marco de la Marcha del Retorno, iniciada en Gaza, por el 70 aniversario de la Nakba o Día de la Catástrofe que se conmemora este martes.
En esa fecha, el 15 de mayo de 1948, se declaró la independencia del Estado de Israel y más de 750,000 palestinos fueron expulsados de sus tierras
La Organización por la Liberación de Palestina ha anunciado la convocatoria de una huelga general para este martes en todo el territorio. Todo se ha paralizado y se espera que incremente el apoyo de la población.
Por estos motivos, en la jornada del lunes también se han vivido protestas en distintas zonas ocupadas y en Jerusalén. La más importante ha sido a las afueras de Ramallah en el checkpoint de Qalandia, punto clave que separa Israel de los territorios ocupados.
Escondidos entre barricadas, los palestinos asistentes a las protestas se han enfrentado al ejército lanzado piedras mientras este respondía disparando gas lacrimógeno, granadas aturdidoras y balas de goma. Varios periodistas también han sido agredidos.
Una escena que se ha repetido a las afueras de la ciudad de Nablus. A última hora del lunes seguían activas las protestas en varios puntos de Cisjordania, y está previsto que se alarguen durante la jornada del martes.
Aumento de la tensión
Las Fuerzas de Defensa de Israel han comenzado a bombardear la Franja de Gaza y amenazan con seguir si las protestas no cesan inmediatamente. Han defendido su actuación diciendo que están cumpliendo su misión de proteger la soberanía de Israel y de sus civiles.
La tensión sigue en aumento y se teme que los colonos israelíes que habitan dentro del territorio palestino puedan atacar los pueblos colindantes al sur de la ciudad de Nablus
En Jerusalén, mientras tanto, se ha celebrado la ceremonia de apertura oficial de la embajada norteamericana. Un traslado desde Tel Aviv por decisión del presidente Donald Trump. En el acto de inauguración estuvo presente la delegación norteamericana integrada por la hija del mandatario Ivanka Trump y su marido Jared Kushner, junto al secretario de Tesoro Steve Mnuchin y el subsecretario de Estado John Sullivan.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, también presente en el acto, inauguró su discurso diciendo que «hoy es un gran día para la paz» y agradeció al presidente estadounidense «tener el coraje de cumplir sus promesas». Dondald Trump, por su parte, ha contestado a través de Twitter diciendo que «es un gran día para Israel. ¡Felicidades!»